‘Vaquero’ Navarrete no cree en Óscar Valdez y retiene título superpluma OMB

GLENDALE, Ariz. — Emanuel Navarrete pululaba con sus característicos golpes desde ángulos desconcertantes, mientras que Oscar Valdez, con el ojo derecho grotescamente cerrado por la hinchazón, buscaba un gancho de izquierda que alterara la pelea.

Ese contragolpe aterrizó varias veces durante el combate por el título de las 130 libras entre boxeadores mexicanos el sábado por la noche, pero los golpes nunca obligaron a Navarrete a vacilar. El volumen de golpes de Navarrete llegó a destino en combinaciones de cuatro, cinco e incluso seis golpes mientras Valdez se mantuvo firme en durante el tiroteo.

En una cruenta batalla, Navarrete (38-1, 31 KO’s) retuvo su título de peso superpluma de la OMB por decisión unánime con puntajes de 116-112, 118-110 y 119-109. ESPN Digital la anotó 117-111.

“Me siento feliz de haber sido parte de este… próximo gran capítulo de la historia del boxeo mexicano”, dijo Navarrete, de 28 años, posterior a la pelea. “Estoy feliz y agradezco a Oscar por la gran pelea que dimos”.

“Gracias a Dios gané”, agregó. “Aprecio lo que hizo en el ring. Es un guerrero mexicano. Si la gente quiere una revancha, la exigirán”.

Ronda tras ronda, Navarrete disparó golpes desde ángulos incómodos, rara vez apoyando los pies. Descorchó manos derechas e izquierdas en bucle con trayectorias extrañas mientras estaba en constante movimiento. Totalizó la vertiginosa cantidad de 1,038 golpes para la pelea, más del doble de la producción de Valdez, quien lanzó solo 436.

Valdez (31-2, 23 KO’s) se contentó con avanzar e intercambiar con Navarrete, una estrategia que rara vez funcionó. Cuando daba un paso atrás, a menudo fallaba salvajemente con los swings. Sin embargo, conectó mucho con su gancho de izquierda, el mismo golpe que noqueó brutalmente a Miguel Berchelt en 2021 para ganar el título de las 130 libras del CMB.

Cuando Valdez perforó a Navarrete con el gancho izquierdo de contraataque en el segundo asalto y el campeón ni siquiera se movió, estaba claro que le esperaban problemas al retador.

Lento pero constante, el ojo derecho de Valdez se cerró y se puso morado bajo la presión del ataque en forma de torbellino de Navarrete. Incluso cuando Navarrete mostró señales de que su mano derecha estaba lesionada, continuó lanzándola sin dudarlo.

“Fue una pequeña inflamación en mi mano derecha”, dijo Navarrete. “Pero cuanto más lo golpeas, más difícil se vuelve. Pero tuve que superarlo”.

Navarrete ingresó a la pelea clasificado como No. 2 por ESPN en el peso superpluma después de que derrotó al australiano Liam Wilson para ganar el título vacante en febrero. Wilson intervino para reemplazar a Valdez, quien se lesionó hace seis meses y casi logra la sorpresa. Wilson se anotó un derribo en el cuarto round del debut de Navarrete en las 130 libras, pero el mexicano se recuperó para detenerlo en el noveno asalto.

El sábado por la noche, Navarrete obtuvo no solo una segunda victoria en las 130 libras, sino la mayor victoria de su carrera.

“Es un guerrero”, dijo Valdez, quien vivió en Tucson, Arizona, durante parte de su infancia. “Hice lo mejor que pude. Dimos lo mejor de nosotros. Es un guerrero. Es un verdadero campeón”.

“Lamento haber decepcionado a todos”, agregó Valdez. “Me siento terrible. Quería darles a todos una gran pelea. Espero que hayan disfrutado la pelea. Espero volver fuerte”.

El dos veces olímpico, Valdez, de 32 años, salió con la cara muy magullada e hinchada, producto de los golpes de Navarrete. Por supuesto, él no es ajeno a pelear en circunstancias difíciles.

En una defensa del título de peso pluma de 2018 contra Scott Quigg, Valdez peleó con una mandíbula rota para ganar una decisión. Su mandíbula fue cerrada con alambre después.

Ha sido derribado varias veces en su carrera, pero siempre se recuperó para ganar menos en su pelea el año pasado contra el talentoso libra por libra Shakur Stevenson. Y ahora, por segunda vez en tres salidas, Valdez buscará rebotar de una decepción.

Mientras tanto, Navarrete parece estar mejorando con cada pelea y cada nueva categoría de peso. Ha derrotado al mejor boxeador en las clasificaciones de 130 libras de ESPN y una vez más fue capaz de abrumar a su enemigo no solo con volumen sino también con poder de contusión.

Ambos seguirán estando en demanda; un campeón en la cima de su categoría de peso que constantemente ofrece peleas de acción. Y el otro ubicado en una larga lista de valientes peleadores de México.