El próximo 3 de mayo en Riyadh, Arabia Saudita, un nuevo capítulo se escribirá en la historia del boxeo mexicano. Marco Alonso Verde Álvarez, medallista olímpico en París 2024, debutará como boxeador profesional en la misma cartelera que encabeza Saúl “Canelo” Álvarez frente al cubano William Scull. Será una noche de pugilismo cargada de simbolismo: mientras el Canelo continúa forjando su legado, Verde comienza el suyo.
El joven sinaloense de 23 años enfrentará a Michel “El Águila” Polina en un combate pactado a seis asaltos en la categoría de peso medio. Aunque se trate de su primera aparición en el boxeo de paga, el entorno no podría ser más imponente ni más prometedor: luces internacionales, público global y la mirada atenta de los aficionados mexicanos que lo vieron brillar en la élite del boxeo amateur.
Nacido en Mazatlán, Sinaloa, el 11 de febrero de 2002, Marco no es ajeno a los cuadriláteros. Lleva el boxeo en la sangre: su padre, Manuel Verde, también fue olímpico, representando a México en los Juegos de Barcelona 1992. Así, la historia parece repetirse con una variante aún más luminosa. Apodado “Green”, Marco ha sido reconocido por su técnica inteligente, su ritmo metódico y una madurez poco común para su edad.
Marco ha dado un paso valiente: dejar atrás el confort del amateurismo donde ya era referente, para internarse en la selva del profesionalismo, donde la técnica no basta y la resistencia emocional es parte esencial del combate. Para este nuevo ciclo, ha depositado su confianza en uno de los nombres más respetados del boxeo contemporáneo: Eddy Reynoso, el arquitecto detrás de múltiples campeones mundiales, incluido el mismo Canelo.
Su debut, que será transmitido por la plataforma DAZN, no sólo representa la transición de un campeón amateur al profesionalismo, sino también una apuesta por el relevo generacional en el boxeo mexicano. Verde lo sabe. Lo asume con humildad, pero también con temple. “Estoy nervioso, pero emocionado. Esta es la oportunidad que soñé desde niño”, declaró recientemente. Su presencia en esta cartelera no es casualidad: es una declaración de intenciones.



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