El ucraniano Oleksandr Usyk (24-0, 15 KOs) se consolidó como campeón indiscutido del peso pesado, tras retener los cinturones del WBC, WBA y WBO, y sumar a su palmarés el título de la IBF, al noquear en el quinto asalto al británico Daniel Dubois (22-3, 21 KOs), en un imponente Estadio de Wembley, en Londres.
Con esta victoria, Usyk reafirma su lugar como el mejor peso pesado de la actualidad, habiendo derrotado a todos los grandes nombres de la división, incluyendo a Anthony Joshua, Tyson Fury y el propio Dubois, a varios de ellos en dos ocasiones.
Si su primer triunfo ante Dubois había dejado cierta polémica por el golpe bajo que condicionó el desenlace, en esta ocasión no hubo margen para las dudas: el ucraniano fue contundente, preciso y dominante de principio a fin.
Desde el inicio del combate, impuso su ritmo con desplazamientos impecables y un jab afilado. Fue el más claro en cada intercambio, haciendo fallar a Dubois y castigándolo con combinaciones limpias. Cada vez que el británico se animaba a arriesgar, Usyk respondía con contragolpes certeros, bloqueando además con maestría la mayoría de los envíos de su oponente.
El desenlace llegó en el quinto round: Dubois logró conectar a Usyk contra las cuerdas, pero fue el campeón quien reaccionó con una combinación explosiva que lo envió a la lona. Aunque Dubois se reincorporó valientemente, una tremenda izquierda al mentón volvió a derribarlo, obligando al árbitro a detener la pelea ante el visible deterioro físico del británico.
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