En una noche de boxeo intenso en el Ariake Arena de Tokio, Junto Nakatani dejó claro por qué es uno de los nombres más temidos del peso gallo. El campeón del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) no solo defendió su corona con éxito, sino que sumó el título de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) a su vitrina, tras detener por nocaut técnico en el sexto asalto a su compatriota Ryosuke Nishida.
Aunque las apuestas y la lógica apuntaban a un dominio absoluto de Nakatani, Nishida sorprendió desde el campanazo inicial. Sin complejos, le plantó cara al favorito, metiéndose en la pelea con una actitud desafiante y hasta logrando conectar algunos golpes que hicieron pensar en un posible giro inesperado.
Pero el campeón verde y oro tenía otros planes. Su pegada fue el factor diferencial: mientras los golpes de Nishida apenas lograban sacudir, los de Nakatani hacían mella y acumulaban daño con cada asalto.
El combate fue creciendo en intensidad hasta llegar al quinto round, donde Nishida pagó caro su osadía: terminó con el ojo derecho completamente cerrado, producto de los certeros ataques del invicto campeón. La esquina y el árbitro no dudaron, y tras evaluar su estado, detuvieron el combate en el sexto asalto, decretando la victoria por TKO.
“Comenzamos agresivamente y dañar a mi oponente fue mi estrategia. Creo que fue un éxito”, declaró Nakatani tras el combate. “Desde el peso mosca he querido unificar títulos, y finalmente en gallo lo logré. Estoy satisfecho”.
Con esta victoria, Nakatani extiende su invicto a 31-0 con 24 KOs, mientras que Nishida sufre su primera derrota y queda con récord de 10-1 (2 KOs).
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