El próximo 28 de junio, Julio César Chávez Jr. volverá al ring para enfrentar al influencer devenido boxeador, Jake Paul desde Anaheim, California. Un cruce que combina espectáculo, polémica y una pregunta incómoda: ¿está Chávez Jr. listo para tomarse en serio el boxeo?
Más allá del morbo que genera ver a un youtuber contra el hijo de una leyenda, este combate enfrenta dos enfoques opuestos sobre el deporte. Por un lado, Jake Paul, quien pese a su origen mediático, ha mostrado disciplina, respeto por la preparación y progresos técnicos palpables. En su última aparición, frente a Mike Tyson, rompió récords de audiencia y se consolidó como un showman… pero también como un rival serio.
Del otro lado, Chávez Jr., con un apellido que pesa tanto como sus inconsistencias. Su carrera ha estado marcada por altibajos, polémicas, problemas de peso, dopajes fallidos y una evidente falta de compromiso. Aunque regresó en 2024 para enfrentar a Uriah Hall, su inactividad prolongada y sus antecedentes vuelven a poner en duda su estado físico y mental para un evento de esta magnitud.
A pesar de todo, el público mexicano sigue viendo en él al heredero de un legado legendario, como lo demostró el apoyo que recibió incluso frente a Canelo. Pero ese afecto no basta entre las cuerdas. La pregunta que muchos se hacen es si esta vez Chávez Jr. pagará el precio del profesionalismo… o si volverá a fallar.
El sábado, el apellido volverá a sonar en las bocas de todos. Pero será el ring quien dicte sentencia.
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