12 noviembre, 2025

RINCÓN ROJO

MAGAZINE DE BOXEO

Ramos y Mosley Jr: fuego cruzado por el interino WBC

Todo está listo para que el próximo 6 de diciembre arda el cuadrilátero cuando Jesús “Mono” Ramos Jr. y Shane Mosley Jr. se midan por el título interino del peso mediano del WBC, en una batalla que promete técnica, orgullo y ambición.

Ramos declaró con la serenidad de quien conoce el peso de la oportunidad:

“Estoy muy emocionado. Sé que Shane es un gran tipo y un peleador disciplinado. Ambos llegamos bien preparados, así que los fanáticos pueden esperar un verdadero espectáculo.”

El joven talento, considerado una de las figuras emergentes más sólidas de la división, reconoció el reto que tiene enfrente:

“Es un oponente peligroso. Tiene experiencia, es trabajador y siempre está en forma. No hay margen para confiarse.”

Ramos también se refirió al factor estratégico y físico que marcará la pelea:

“Nunca hicimos sparring juntos, pero coincidimos en el mismo gimnasio y hasta compartimos preparador físico. Sé que tengo que mostrar mi mejor versión. Él viene de pelear en 168 libras, será más grande, y eso me obliga a desplegar todo mi boxeo.”

Ambicioso y enfocado, el “Mono” no escondió su deseo de escalar aún más:

“Quiero los grandes nombres. Adames, Fundora… estoy listo para cualquiera. Pero primero viene Mosley. No lo subestimo. Quiero ese cinturón verde y pienso dejar todo para conseguirlo.”

Por su parte, Shane Mosley Jr. llega con la madurez de quien conoce el oficio y la presión de un apellido legendario. Sereno pero desafiante, respondió con respeto y firmeza:

“Ramos es una joven estrella, talentoso y hambriento. Pero estoy aquí para ganar. Lo que pasó antes ya no cuenta; lo que vale es lo que hagamos arriba del ring.”

Consciente de la exigencia del desafío, añadió:

“Mi experiencia será clave. Esta es la pelea más importante de mi carrera, y estoy agradecido por tener esta oportunidad por el título.”

La expectativa es máxima. Dos generaciones, dos estilos y un solo objetivo: coronarse campeones. Y cuando suene la campana, no habrá promesas ni discursos que valgan—solo la verdad del boxeo, golpe a golpe.