Junto Nakatani dio un primer paso en la división supergallo, aunque lejos de la comodidad. El invicto japonés se impuso por decisión unánime ante el mexicano Sebastián Hernández en un combate disputado este sábado en Riad, Arabia Saudita, que terminó siendo más cerrado y físico de lo esperado.
Tras conocerse el fallo, Nakatani reconoció el nivel de exigencia de su rival y el valor de la experiencia.
“Estoy muy agradecido por esta oportunidad. Fue un gran combate. Es un peleador muy duro y ha sido una gran experiencia de aprendizaje para mí”, declaró el japonés, visiblemente marcado tras doce asaltos intensos.
El resultado dejó sensaciones divididas. Dos jueces puntuaron el combate 115-113 a favor de Nakatani, mientras que una tarjeta de 118-110 generó sorpresa y críticas por no reflejar con precisión lo competitivo del enfrentamiento.
En el desarrollo del combate, Nakatani comenzó con buenos pasajes, utilizando su alcance, el juego de pies y el uppercut para marcar diferencias en los primeros rounds. Su boxeo técnico le permitió controlar la distancia y administrar el ritmo en la etapa inicial.
Sin embargo, con el correr de los asaltos, Hernández logró ajustar su planteo. El mexicano presionó de manera constante, redujo espacios y forzó intercambios en la corta distancia, llevando la pelea a un terreno más incómodo y físico, donde obligó a Nakatani a trabajar cada round.
Con la victoria, Nakatani mantuvo su invicto y dejó su récord en 32-0, con 24 nocauts, cerrando un debut en las 122 libras que dejó más enseñanzas que certezas. El triunfo, no obstante, mantiene abierta la expectativa de un posible enfrentamiento futuro con Inoue, una rivalidad que el boxeo japonés observa con cautela, sabiendo que las grandes peleas también se construyen con paciencia.
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