En una noche donde el boxeo fue más que combate, el mexicano Rafael “Divino” Espinoza defendió con contundencia su título mundial pluma de la OMB al vencer por nocaut técnico en el séptimo asalto al estadounidense Edward Vázquez, en el emblemático T-Mobile Arena de Las Vegas.
Desde el primer tañido de campana, la pelea tomó un solo rumbo: el del dominio de Espinoza. Con una superioridad física evidente en alcance y altura, el mexicano impuso su ritmo a través de un jab punzante que marcó la distancia, para luego castigar con uppercuts calculados a corta distancia. Vázquez intentó sobrevivir desde el quinto round, recurriendo al agarre constante, pero la presión fue demasiada.
En el séptimo asalto, el campeón cerró el espectáculo con una ofensiva arrolladora. Sin dar espacio, acorraló a Vázquez contra las cuerdas, forzando la intervención del árbitro Harvey Dock a los 1:47 del round, ante la nula respuesta del retador. Con esta victoria, Espinoza mantiene su invicto en 27-0, con 23 KOs, mientras que Vázquez registra ahora 17-3, con 4 nocauts.
Pero lo más poderoso ocurrió tras el campanazo final. Conmovido al ver a su rival siendo atendido por el equipo médico, “El Divino” se acercó a Vázquez, lo abrazó con lágrimas en los ojos y le agradeció profundamente por haber compartido el ring. El gesto fue sincero y humano, recordándonos que el verdadero campeón no solo golpea fuerte… también sabe honrar al oponente.
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