El boxeo perdió a uno de sus hijos más queridos: Ricky Hatton, el carismático excampeón mundial británico, falleció este domingo a los 46 años en Manchester.
Apodado “The Hitman”, Hatton se convirtió en un referente del pugilismo por su entrega, valentía y estilo ofensivo, logrando 45 victorias en 48 combates y conquistando títulos mundiales que lo colocaron entre los más destacados de su generación.
Más allá de los cinturones y del reconocimiento internacional, Hatton representó para Inglaterra un orgullo nacional. Tras colgar los guantes, se volcó a la formación de nuevos talentos y soñaba con un regreso al cuadrilátero en diciembre, mostrando que su pasión por el boxeo seguía intacta.
Su partida deja un profundo vacío en el deporte y en quienes lo admiraron. Pero también invita a reflexionar sobre la importancia de acompañar a los deportistas en sus luchas fuera del ring: Hatton habló abiertamente de sus batallas contra la depresión y la adicción, demostrando que incluso los campeones más duros pueden necesitar apoyo.
El boxeo despide hoy a un guerrero incansable, cuya memoria quedará grabada tanto por sus triunfos como por su humanidad.
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