En suelo estadounidense, Nazarena “Capricho” Romero se midió con la mexicana Mayeli Rosquero Flores en defensa del título supergallo de la Asociacion Mundial de Boxeo. El fallo de los jueces fue dividido: dos jueces vieron ganadora a la mexicana (96-94), mientras que uno, con una tarjeta desconcertante, dio un amplio 98-92 para la argentina.
Radicada en Córdoba desde hace 14 años, Romero no buscó excusas ni polémicas y declaró inmediatamente despues de escuchar el resultado: “Esta vez no me robaron. Es una buena boxeadora. Soy muy nuevita en el boxeo y tengo mucho por aprender. Estoy contenta porque esta noche dimos un buen combate”.
Romero arrancó el combate con buen ritmo, marcando el primer asalto con claridad. Pero la mexicana no tardó en ajustar su estrategia: cambió el compás, se fue al frente con fiereza y transformó la pelea en un asedio. En el tramo medio del combate, logró abrirle una hemorragia a la argentina, que comenzó a sentir el desgaste.
La técnica de “Capricho” no logró contener la potencia ni el empuje constante de Rosquero, que encontró en el aliento del público mexicano en suelo estadounidense un motor implacable.
Sobre el final, Romero sacó orgullo y fue a buscar la pelea, pero no bastó. La decisión llegó con justicia y la argentina, entera y serena, aceptó el resultado.
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