Este 14 de junio, el boxeo internacional vivirá una noche cargada de historia. Nonito Donaire, figura mítica del pugilismo mundial, volverá al cuadrilátero en el Casino Buenos Aires, donde lo espera el chileno Andrés Campos, en un combate que definirá al campeón interino gallo de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA).
La cita no es casual: se enmarca dentro de la Convención Fedelatin, el primer encuentro regional que convoca a lo más representativo del boxeo latinoamericano, y que esta vez eligió suelo argentino como sede.
A sus 42 años, Donaire sigue demostrando que el reloj no marca el fin para quienes tienen un legado que defender. Campeón en varias divisiones, dueño de una carrera en la que ha enfrentado a leyendas vivas del ring, el filipino no sube al ring por nostalgia: lo hace porque aún tiene fuego en los puños.
En la otra esquina, Campos representa al hambre de gloria. Con una carrera forjada mayormente en divisiones más ligeras, el chileno asume el desafío de subir al peso gallo y medirse con uno de los nombres más respetados del boxeo moderno. A sus 27 años, su récord es sólido pero no perfecto, y justamente por eso esta pelea puede marcar un antes y un después para él… y para el boxeo de su país.
Será una noche donde no sólo se disputará un cinturón, sino también la narrativa entre dos generaciones: la de quien quiere cerrar su historia en alto, y la de quien aún está escribiendo la suya. Argentina será testigo.
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