Con un gancho de izquierda al cuerpo que apagó las luces de su rival, Carlos Cañizales se proclamó campeón mundial minimosca del WBC, poniendo fin a una rivalidad intensa y saldando cuentas pendientes. El venezolano detuvo por nocaut al tailandés Panya Pradabsri en el quinto asalto, en una noche que fue vibrante en El Poliedro de Caracas.
La pelea fue la revancha de un primer enfrentamiento disputado en Bangkok, donde el fallo a favor del local generó controversia. Esta vez, con la ventaja de pelear ante su público en su tierra y la experiencia de aquel duelo reciente, Cañizales impuso condiciones desde el arranque.
Los primeros asaltos mostraron a un Cañizales dominante, presionando con combinaciones rectas y obligando al tailandés a retroceder. Pradabsri intentó contragolpear y castigar al cuerpo, pero no logró frenar el ritmo agresivo del venezolano. Hubo tensión en el aire cuando un golpe cruzado del tailandés lo envió contra las cuerdas en el cuarto round, lo que provocó una cuenta de protección por parte del árbitro Abdiel Barragán. Sin embargo, la respuesta de Cañizales fue inmediata y contundente.
En el quinto asalto, ambos intercambiaron golpes en la corta, hasta que el venezolano escondió un gancho fulminante al cuerpo que dejó sin reacción a Pradabsri. El conteo llegó hasta diez y el rugido del público estalló: su campeón había cumplido.
Con este triunfo, Cañizales eleva su récord a 28 victorias, 20 por la vía rápida, y escribe un nuevo capítulo en su carrera. Bicampeón mundial y ahora, ídolo consagrado en casa.
Más historias
Amanda Serrano vs. Erika Cruz: revancha en San Juan
“El Veneno” Cháves fulminó en un round y retuvo su título latino WBO
De regreso a la senda del triunfo