La Arena Potosí volvió a vibrar este sábado con la presentación de Rafael “El Divino” Espinoza, quien regresó a pelear en suelo mexicano después de más de dos años… y lo hizo como todo campeón debe hacerlo: imponiendo autoridad, oficio y una contundencia que desbordó a Arnold Khegai, cuyo equipo decidió no enviarlo al undécimo asalto tras el severo castigo acumulado.
Espinoza (28-0, 23 KOs), oriundo de Guadalajara y monarca pluma de la WBO, llegaba a esta defensa advirtiendo que esperaba una versión “con todo” por parte de Khegai. Con esa premisa se preparó y, anoche, demostró que su lectura era exacta: el retador salió decidido, pero el campeón lo fue desarmando round tras round con precisión quirúrgica, aprovechando su estatura imponente y un ritmo ofensivo que jamás decayó.
El combate se inclinó desde temprano hacia el largo y elegante mexicano. Espinoza combinó potentes golpes que encontraron siempre destino y un control total de la distancia. Para el tramo final, el ucraniano mostraba señales claras de desgaste, sin capacidad real de respuesta frente a un campeón que no perdonaba.
Con este triunfo, “El Divino” alcanza su cuarta defensa exitosa desde que sorprendió al mundo arrebatándole el título al doble campeón olímpico Robeisy Ramírez en 2023, victoria que después revalidaría en la revancha con un TKO en el sexto asalto. Hoy, a los 31 años, el espigado campeón parece atravesar el mejor momento de su carrera: sólido, seguro y decidido a seguir elevando su legado.
México celebró su regreso. El cinturón sigue en casa.
Fotos: Zanfer Boxing











Más historias
Chávez Jr. prepara su regreso en México: Ángel Julián Sacco será su rival
Fernando “Puma” Martínez, listo para su noche decisiva en Arabia Saudita
Usyk deja vacante el título OMB y Wardley asciende al trono pesado