El MGM de Las Vegas volvió a encenderse el pasado sábado 19 de julio con una pelea que dejó al público sin aliento: Brandon “El Rompecorazones” Figueroa venció por decisión unánime a Joet González en una eliminatoria avalada por la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), en un choque vibrante a lo largo de doce asaltos. Las tarjetas (115-113, 116-112 y 116-112) reflejaron una contienda cerrada, pero con un cierre contundente por parte de Figueroa, que pareció llenar el ojo de los jueces.
Desde el arranque, ambos dejaron claro que venían a guerrear. Fieles a sus estilos, se trenzaron en intercambios constantes, con ritmo alto y mucha voluntad ofensiva. González, más preciso en la primera mitad, llegó a liderar en las tarjetas no oficiales tras seis rounds. Pero la noche aún tenía mucho por contar.
En la segunda parte del combate, Figueroa —bajo la tutela de Manny Robles— mostró evolución y madurez táctica. Aumentó la presión, castigó al cuerpo con combinaciones certeras y se quedó con los asaltos decisivos. El duodécimo round, particularmente, fue una demostración de entrega que puso de pie al público.
Con esta victoria, Figueroa mejora su marca a 26-2-1 (19 KOs) y se mete nuevamente en la conversación por un título mundial en las 126 libras. González, ahora con récord de 27-5, sigue siendo un rival peligroso para cualquiera en la división.

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