30 diciembre, 2025

RINCÓN ROJO

MAGAZINE DE BOXEO

El Monstruo decide

Naoya Inoue no esquivó el tema, pero tampoco mordió el anzuelo. Tras una noche perfecta para el boxeo japonés, con triunfos de Inoue y Junto Nakatani, el escenario rumbo al 2026 quedó planteado. No como un impulso emocional, sino como una decisión que deberá pasar por el bisturí del negocio.

Mientras la afición ya imagina un Japón paralizado por un duelo histórico, Inoue eligió el camino de la prudencia. Desde el ring dejó un mensaje claro: las grandes peleas no se anuncian con euforia, se construyen con tiempo, acuerdos y sentido estratégico. Para el campeón indiscutido, la adrenalina dura un round; las decisiones, toda una carrera.

Sus palabras, medidas pero elocuentes, abrieron el abanico: celebró la gran noche compartida con Nakatani y deslizó que el próximo paso dependerá de los promotores, aunque prometió a los fanáticos japoneses “algo muy bueno”. Traducción libre: el choque es posible, pero no improvisado.

En ese tablero, Junto Nakatani aparece como el heredero natural. Más joven, más alto y con un alcance que ha resultado letal, representa no solo un desafío deportivo sino simbólico: el futuro frente al presente dominante. Que Inoue no se apresure a firmar puede leerse como madurez… o como respeto ante un peligro real.

Pero no todo pasa por Japón. En el horizonte también flota el nombre de Jesse “Bam” Rodríguez, campeón supermosca y uno de los talentos más finos del boxeo actual. Inoue no cerró la puerta y, fiel a su estilo, puso condiciones claras: peso, división y momento adecuado. Sin ventajas, sin atajos.

En Rincón Rojo, lo leemos así: Inoue no evita rivales, administra su legado. Hoy es el lado A, el que elige cuándo, cómo y contra quién. Y cuando el Monstruo decide, el boxeo mundial toma nota.