Ana María Torres festeja al doble

Teniendo como escenario la magnífica Liga Mexica de béisbol en la Ciudad de México, Ana María Torres recibió a la familia verde y oro, pero también a la del béisbol, pues hoy celebró su ingreso al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, en su 35º aniversario y al equipo de béisbol de la liga infantil y juvenil Mexica, quienes este pasado sábado ganaron el torneo Alij 9-10 años y se convirtieron en los campeones indiscutibles.

Para Ana María, este es un día inolvidable, pues hoy celebró de manera doble, el campeonato de la liga de béisbol donde participan sus hijos y claro, su reciente inducción.

Visiblemente emocionada y ya con el tradicional anillo, Ana compartió con toda su familia y con la prensa especializada lo hermoso de esta experiencia la cual confesó, jamás imaginó cómo era.

“Viajé muy contenta, pero sin saber que me esperaba, y realmente me sorprendí, desde nuestra llegada al aeropuerto los fans ya me estaban esperando, me conocían y querían una foto, un autógrafo fue algo maravilloso, sentí tanta emoción, que no pude contener las lágrimas, pues recordé todo lo que tuvimos que pasar para llegar hasta ahí”.

Fueron muchos años de lucha, de subirme al ring y recibir en vez de aplausos, abucheos y gritos de desaprobación; sin embargo, eso no me detuvo ni a mi, ni a mis compañeras, nuestra disciplina, esfuerzo y dedicación nos abrieron las puertas y el reconocimiento” -comentó-

En este punto, Ana recordó las palabras de Don José Sulaimán, quien le dijo: el boxeo es una realidad y vamos a apoyarlo.

Para Mauricio Sulaimán, presidente del WBC, Ana ha sido una mujer de lucha, de entrega, llena de pasión por el boxeo y fiel a sus ideales que plasmó un nuevo legado, un logro que es la culminación de una exitosa carrera arriba del ring.

Para el máximo dirigente del organismo Ana es un ejemplo de lucha y perseverancia, una mujer apasionada por el deporte y entregada a su familia, quien jamás se ha olvidado de sus raíces y comparte su éxito con sus seres amados.

Agregó que para el WBC es un orgullo ser parte de la historia de esta gran campeona, pero más aún considerarla su amiga, su “comadre”.

Visiblemente emocionada Ana agradeció a todos quienes la han acompañado en este viaje por el boxeo, a quienes creyeron en ella y a quienes no también.

“Quiero agradecer a Dios y a mi mamá, quien es a la mujer que más admiro pues si no fuera por ella yo no estaría aquí; ella me llevó al gimnasio y me impulso a ser quién soy, TE AMO MAMÁ.

A mis hermanos quienes muchas veces se sacrificaron para que yo estuviera bien y en especial an mis hijos y a mi esposo quienes son el motor de mi vida.

También a mi querido Mauricio y claro, a Don José, el hombre que creyó en nosotras y nos abrió las puertas.

Hoy es un día muy especial que llevaré en mi corazón por siempre, mi inducción al Salón de la Fama, es un sueño que comparto y dedico a todos ustedes, a México y en especial a Dios.

A las nuevas generaciones solo puedo decirles: trabajen fuerte, la disciplina es la base de todo y no olviden que los sueños se cumplen yo soy prueba de ello”.

Fuente: WBC

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