Por Irene Deserti
Los amantes del boxeo y del séptimo arte no son ajenos al personaje que hoy nos convoca.
Quien no recuerda a “La Osa Azul” propinándole un golpe ilegal a la carismática Hilary Swank y dejando parapléjica a la “Million Dollar Baby” del boxeo femenino? Creo no equivocarme al afirmar que llegamos a odiarla… la odiamos por cambiar el destino de la trama de manera sorpresiva, llevando a nuestra “Mo Cuishle” a la muerte.
“La Osa Azul” es sólo un personaje cinematográfico, sin embargo la mujer que le dio vida ha sido una de las pioneras en el boxeo femenino. Hablamos de Lucia Frederica Rijker, una letal noqueadora que se retiró en el 2004 invicta en 17 presentaciones.
Como otras tantas de sus contemporáneas, halló en los deportes de combate el lugar adecuado para satisfacer sus ansias de lucha. No fue fácil, pero estaba decidida a hacerlo. A los seis años dio sus primeros pasos en el judo para luego pasar al esgrima y por último al kick boxing a la temprana edad de 15 años. En esta última disciplina Lucia fue cuatro veces campeona mundial, donde se mantuvo invicta en 37 combates. Con un alto porcentaje de nocauts se ganó el apodo de “La mujer más peligrosa del mundo”, apodo que también hizo valer dentro del boxeo. Nunca fue derrotada por un oponente de su mismo género. Por ese entonces, Lucia entrenaba en el gimnasio de Johan Vas, el más respetado de Holanda. Sus pares eran mayormente masculinos y es así que, en una exhibición de Muay Thai, obtiene su única derrota frente al campeón mundial Somchai Jaidee. Por todo esto su reputación como kickboxer creció a nivel internacional, haciendo presentaciones por Europa y Japón. Sin embargo, Lucia decidió que era hora de comenzar una nueva etapa como atleta de combate.
Nacida en Amsterdam el 6 de diciembre de 1967, Lucia es aún el rostro de mujer empoderada, de fuerza y voluntad de acero, una imagen que la ha acompañado siempre. En 1988 había realizado se debut boxístico en una pelea pactada a 12 asaltos frente a Vivien González, a quien lógicamente noqueó. Sin embargo, y luego de una pausa de ocho años, decidió que ahora si era el momento de retomar su carrera como boxeadora profesional. Y lo hizo en el extranjero, en el Grand Olympic Auditorium de Los Ángeles. Enfrentó a una peleadora que ya contaba en su haber con seis peleas. La potencia y fiereza de Lucia se impusieron, noqueándola en el primer asalto. Cuatro nocauts consecutivos siguieron en la senda del profesionalismo, ganándose un espacio entre las boxeadoras más temidas.
Desde ese momento, se mantuvo como profesional de manera continua durante ocho años.
En 1997, “La destructora holandesa” se adjudicó el cetro mundial WIBF de la categoría súper ligero, luego de aplastar en tres asaltos a la alemana Jeanette Witte. Un año más tarde, derrotó a otra legendaria, la valiente Marcela “La Tigresa” Acuña por KO en el quinto episodio, coronándose como la campeona IBO de la misma división. Otros cinco combates se sucedieron antes de su retiro definitivo a los 37 años de edad.
Aunque ha pasado ya mucho tiempo desde que los cuadriláteros no vibran con el boxeo de Lucia, esta leyenda viviente está más vigente que nunca. Como casi la mayoría, sigue ligada a los deportes de contacto. Quien no la recuerda en la esquina de Cecilia Braekhus hace poco más de un año? En la actualidad, Lucia habla cuatro idiomas y es budista, dedica tiempo a la meditación y el canto. Entrena de manera recreativa e imparte conferencias y seminarios motivacionales a deportistas, sobre la importancia de dar lo mejor de sí mismos, entrenar y mantener una dieta saludable. Es todo un icono femenino.
En el 2019 fue informada junto a Christy Martin y Barbara Buttrick, que formaría parte de las tres primeras mujeres inducidas al Internacional Boxing Hall Of Fame de Canastota como parte de la Clase 2020. Sin dudas, un hecho histórico para el boxeo femenino.
Cierta vez le preguntaron cuál de todos los títulos le había dado más orgullo ganar. Su respuesta fue clara: “ningún título me ha dado orgullo. Vivir mi sueño mudándome a América, poner el boxeo femenino en el mapa y ayudar a que sea un deporte olímpico, eso es lo que verdaderamente me enorgullece!”